Saturday 16 March 2013

Ciencia y Pseudociencia


Ciencia y Pseudociencia

El hecho de separar a la Ciencia de la Pseudociencia es desde ya complejo debido a que los límites entre ellas pueden en ocasiones ser difusos y poco claros, y dependen del criterio de demarcación que se utilice, es decir qué parámetros se tomarán para considerar algo como científico o para desestimarlo como tal.
 El objetivo del siguiente trabajo monográfico es comprobar que si bien el término pseudociencia está correctamente aplicado en el sentido de que se utiliza para aquellas prácticas que claman ser ciencias, a pesar de no tener conocimientos sustentados en el método científico, es una categorización excesivamente  amplia,   debido a que se aúnan disciplinas en muchos sentidos totalmente distintas e inconexas, con conocimientos de diversas procedencias y de mayor o menor validez según el caso. Además la aplicación del término pseudociencia y sus límites variarán indefectiblemente dependiendo de las pautas que se utilicen para considerarlo.
A lo largo del siguiente texto se tomarán las concepciones más significativas de ciencia, pseudociencia y criterio de demarcación y a su vez se ejemplificará convenientemente para lograr una mejor comprensión del concepto.    Luego se tomarán situaciones en las que se haga patente la amplitud y en ciertos aspectos imprecisión e inexactitud de la palabra pseudociencia.
Pero para poder demostrar la hipótesis previamente formulada, es importante primero definir qué es la ciencia para así evitar cualquier tipo de ambigüedad. Según la Real Academia Española, la ciencia es el  “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales”. También se la puede hallar en la Enciclopedia Universal Ilustrada como el “conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas, cuerpo de doctrina metódicamente formado y ordenado que constituye un ramo particular del saber humano.” En conclusión, se puede decir que un conocimiento es científico cuando este es  obtenido a través del método científico.
 Pero es también insoslayable que en las ciencias lo que hoy es cierto mañana puede no serlo. Una teoría con amplia aceptación en el ambiente científico puede ser descartada por una teoría más compleja y que se ajuste de forma más cercana a la realidad. Es por eso que es difícil discernir entre lo científico y lo no científico y los límites pueden ser difusos. Por más exacta, fácil de comprender y acertada que parezca una teoría si en determinado momento aparece una que explique mejor lo que en verdad sucede, la anterior debe quedar descartada ya que tal como lo expresó Aristóteles: “La única verdad es la realidad.” Es por eso que algo que un día es tomado como cierto dentro de la comunidad científica al día siguiente queda desechado por mas fácil de comprender o correcto que haya parecido en principio el concepto. Se puede tomar como caso ejemplificador de esto a la generación espontánea, teoría formulada por Aristóteles en el siglo IV a.C. y que fue considerada válida hasta ser refutada por la experiencia de Francesco Redi en el siglo XVII, es decir que más de mil años de una teoría científica fueron derribados por una simple experiencia.
Por otro lado, se define a la pseudociencia como falsa ciencia. Existe el preconcepto de que el hecho de que un conocimiento no sea considerado como científico, lo convierte en obsoleto y digno de ser descartado. Pero esto no tiene que ser necesariamente así. Karl Popper en “La lógica de la investigación científica” busca encontrar un criterio denominado por él mismo “criterio de demarcación” mediante el cual separar lo que es ciencia de lo que no lo es. Pero lo que es digno de mencionar es que para Popper el hecho de que un conocimiento no fuera científico no lo convertía en carente de validez. Es por esto que es necesaria una subcategorización dentro de las pseudociencias ya que hay infinidad de conocimientos útiles y validos que según qué criterio de demarcación se utilice, pueden no ajustarse a ella. Un ejemplo de esto es el psicoanálisis, que es actualmente considerada une terapia psicológica con fundamentos científicos y que ha funcionado en gran cantidad de individuos, y sin embargo según Popper la teoría freudiana es pseudocientífica (lo que no la hace absurda o inútil) ya que sus postulados no podían ser sometidos a refutación y además justificaba sus postulados con hipótesis Ad hoc, es decir, elaboradas especialmente para cada caso en particular. Para Popper se podía afirmar que una disciplina es científica cuando sus postulados y teorías podían ser refutados independientemente de si superaban esta prueba exitosamente o no (este era su criterio de demarcación).
Muy distinto de este era el pensamiento del empirismo, que sostenía que la única forma de llegar al conocimiento científico era a través de la experiencia y los sentidos y utilizaban como método la lógica inductiva. He aquí un pequeño ejemplo ilustrativo de inductivismo lógico: Todos los cisnes que se hayan visto son blancos. Por lo tanto todos los cisnes son blancos. Según Hume, prolífico defensor del empirismo, todo aquello que no perteneciera a este era “absurdo” y “carente de sentido”. Lo contrario de esto es el método lógico deductivo que partiendo de una serie de premisas llega a una conclusión final.
 He aquí que se hace evidente que lo que para algunos es ciencia, para otros no lo es, todo depende del anteriormente mencionado criterio de demarcación. Para el caso, podríamos establecer una analogía entre la doctrina popperiana y el inductivismo, ya que para este último todo aquello fuera de la ciencia carecía de sentido, exactamente lo contrario de lo sostenido por Popper. Este último punto evidencia que para poder establecer lo que es ciencia de lo que es pseudociencia hace falta una unificación de criterios y asimismo denota las distintas concepciones de pseudociencia existentes.
Independientemente de esto, es imperiosa la realización de una división dentro de las pseudociencias. Para entender mejor esto es conveniente ejemplificar. Un  claro ejemplo de la amplitud de la palaba Pseudociencia, es que se incluya bajo la misma terminología al espiritismo con la astrología, ya que en este caso  la astrología partió de una base fundamental   que era el estudio de los astros, que sí se realizó siguiendo un método científicamente correcto como lo es la observación y cuyos conocimientos pioneros forman hoy parte de una ciencia aceptada como lo es la astronomía; en cambio el espiritismo no se basa en ningún tipo de conocimiento científico sino en la suposición de que “por medio de magnetismos o de otros modos, pueden ser evocados los espíritus para conversar con ellos”. La Astrología es la Ciencia de los astros que enseña a calcular sus efectos, su influencia y su supuesta intervención más o menos directa en los destinos y acontecimientos humanos. Si se analiza solamente la etimología de la palabra, proveniente del griego, se supone que la astrología comprende solamente el estudio de los astros, entonces se la puede confundir con la Astronomía,  si bien se puede decir que la astrología es un ancestro de la Astronomía. En un principio la astrología era  el estudio de los movimientos de los astros, por lo tanto cimentó las bases de la astronomía actual. La antigua astrología esférica, que estudiaba el movimiento de los planetas y las estrellas es la precursora de la actual astronomía. Así como también la astrología natural, que estudiaba la acción de los astros sobre el clima, las mareas y los temblores de la tierra dieron paso a la Meteorología y la Vulcanología  Es decir que distintas ramas de una disciplina considerada pseudocientífica, dieron orígenes a prácticas hoy en día consideradas ciencias.
Otra práctica actualmente considerada como pseudociencia es la alquimia. Es definida como química de los antiguos, y si bien todas sus teorías, como las teorías de la transmutación de los metales, eran erróneas y no tenían sustento científico alguno, partían del estudio de la materia y de bases experimentales. Tal es así que en la antigüedad la práctica de la alquimia englobaba al estudio de casi todas las ciencias naturales. Tal como se expresa en la Espasa Calpe, “…con el nombre de alquimia se designan las doctrinas y prácticas de los antiguos químicos que precedieron a la formación de la química moderna”. Es decir que una ciencia con sólida base científica y ampliamente reconocida como ciencia, halla sus bases en una práctica pseudocientífica.
En conclusión, los límites entre la ciencia y la pseudociencia son muchas veces borrosos y cambiantes conforme pasa el tiempo. Sin mencionar que son variables dependiendo de la óptica desde la que se los mire. Muchas veces se le da una connotación peyorativa a la palabra pseudociencia aludiendo a que son meras creencias. Y muchas veces esto es cierto. ¿Pero puede decirse que la ciencia está totalmente exenta de un cierto grado de creencia?  Después de todo, en algún momento se necesitó un cierto grado de fe y creatividad por parte del científico para hallar una solución a un problema o interrogante. Por último, salta a la vista el hecho de que  las fronteras entre lo científico y lo pseudocientífico son poco definidos y están en constante mutación.

Bibliografía:
“Enciclopedia Universal Ilustrada”, Espasa Calpe S.A., Madrid 1958
“Popper, Vida, Pensamiento y Obra” Planeta DeAgostini S.A., España 2007
“Diccionario Espasa de Ciencias Ocultas” J. Felipe Alonso, Editorial Espasa, Madrid 1999
“Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano” Montaner y Simón Editores, Barcelona
“La lógica de la investigación científica” Karl Popper, Editorial Tecnos, Madrid 1980
“Diccionario de Filosofía” J. Ferrater Mora, Editorial Ariel, Barcelona 1994