La Guerra Fría y su relación con la
guerra de Corea
La guerra fría fue una etapa en la
que se enfrentaban dos ideologías en distintos ámbitos. Desde la economía hasta
el deporte, pasando por la carrera al espacio y la expansión tanto del
capitalismo como del comunismo. La singularidad de la guerra fría estribaba en
que, objetivamente hablando, no había ningún peligro inminente de guerra
mundial. Más aún: los gobiernos de ambas superpotencias aceptaron el reparto
global de fuerzas establecido al final de la segunda guerra mundial, lo que
suponía un equilibrio de poderes muy desigual pero indiscutido. La URSS
dominaba o ejercía una influencia preponderante en una parte del globo: la
zona ocupada por el
ejército rojo y otras fuerzas
armadas comunistas al final de la guerra que incluía Europa Oriental, sin
intentar extender más allá su esfera de influencia por la fuerza de las armas.
Los Estados Unidos controlaban y dominaban el resto del mundo capitalista,
además del hemisferio occidental y los océanos, asumiendo los restos de la
vieja hegemonía imperial de las antiguas potencias coloniales. En
contrapartida, no intervenían en la zona aceptada de hegemonía
soviética.
Desde cualquier punto de vista
racional, la URSS no representaba ninguna amenaza inmediata para quienes se
encontrasen fuera del ámbito desocupación de las fuerzas del ejército rojo.
Después de la guerra, se encontraba en ruinas, desangrada y exhausta, con
una economía civil hecha trizas y un gobierno que desconfiaba de una
población gran parte de la cual, fuera de Rusia, había mostrado una clara
y comprensible falta de adhesión al régimen.
En sus confines occidentales, la
URSS continuó teniendo dificultades con las guerrillas ucranianas y de
otras nacionalidades durante años. La dirigía un dictador que había
demostrado ser tan poco partidario de correr riesgos fuera del territorio
bajo su dominio directo: Stalin. La URSS necesitaba toda la
ayuda económica posible y, por lo tanto, no tenía ningún interés, a corto
plazo, en enemistarse con la única potencia que podía proporcionársela,
los Estados Unidos. No cabe duda de que Stalin, en tanto que comunista,
creía en la inevitable sustitución del capitalismo por el comunismo, y, en
ese sentido, que la coexistencia de ambos sistemas no sería permanente.
Sin embargo, los planificadores soviéticos no creían que el capitalismo
como tal se encontrase en crisis al término de la segunda guerra mundial,
sino que no les cabía duda de que seguiría por mucho tiempo bajo la
hegemonía de los Estados Unidos, cuya riqueza y poderío, enormemente
aumentados, no eran sino evidentes. Disfrutaban del monopolio del armamento
atómico y multiplicaban las declaraciones de anticomunismo militante y
amenazador.
Una vez que la URSS se hizo con
armas nucleares, 4 anos después de Hiroshima, el conflicto resulto ser más
parejo debido a las constantes amenazas. Ambas superpotencias se sirvieron de
la amenaza nuclear, casi con toda certeza sin tener
intención de cumplirla. Un claro ejemplo es cuando los
Estados Unidos quisieron acelerar las negociaciones de paz en Corea.
En resumen, mientras que a los
Estados Unidos les preocupaba el peligro de una hipotética supremacía
mundial de la URSS en el futuro, a Moscú le preocupaba la hegemonía real
de los Estados Unidos en el presente sobre todas las partes del mundo no
ocupadas por el ejército rojo. No hubiera sido muy difícil convertir a una
URSS agotada y empobrecida en otro satélite de la economía estadounidense,
más poderosa por aquel entonces que todas las demás economías mundiales
juntas.
Para comienzos de 1949, ya podía decirse que Corea
del Norte se hallaba en pie de guerra. El discurso de Año Nuevo de Kim Il Sung
era muy agresivo y con un alto nivel de belicosidad, ya que acusaba a Corea del
Sur de ser una mascota de los Estados Unidos. Si bien muchos aspectos de la
Guerra de Corea permanecen oscuros, ya que las fuentes que se conocen provienen
mayormente del lado americano y surcoreano, podría afirmarse que el comienzo de
las hostilidades en junio de 1950, fue una decisión de Kim Il Sung.
En el plano global, al inicio de la Guerra Fría,
los Estados Unidos adoptaron una postura expectante y vigilante con respecto a
la URSS acerca de su tendencia expansionista. Esta postura duró poco ya que en
el año 1950, la intervención en Corea fue
un compromiso a gran escala que constituyó un cambio con respecto a la posición
que venía manteniendo hasta ese momento. Estados Unidos emprendió un programa a
nivel mundial con el objetivo de ayudar a las naciones libres con recursos
insuficientes como para mantener unas fuerzas armadas lo suficientemente
poderosos como para hacerle frente a las de la URSS. En poco tiempo, la postura
de los Estados Unidos cambió radicalmente desde una actitud expectante hasta
una actitud beligerante hacia la Unión Soviética.
El conflicto
surgido en 1950 entre las dos Coreas se convirtió en la primera guerra en la
que se enfrentaron fuerzas armadas de ambos polos. Esta consistió en una crisis
con el potencial suficiente para desatar un conflicto a escala mundial debido a
las amenazas de la bomba atómica, arma que se hallaba en manos de ambas superpotencias.
La guerra de Corea halló su origen en el avance de la URSS sobre el territorio
asiático gracias al triunfo del comunismo en China y la posterior alianza del
gobierno chino, liderado por Mao Tse Tung, con el gobierno de Stalin. Uno de
los objetivos de esta alianza era el de expandir el comunismo a la península de
Corea.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Corea había
sido dividida en dos zonas: una al norte, apoyada por la Unión Soviética, y
otra al norte, apoyada por los Estados Unidos.
Causas del Conflicto
Se puede decir que este conflicto halla su origen
incluso antes de la segunda guerra mundial. Por esos momentos, Corea, que se
hallaba unida, era una gran proveedora de materias primas y recursos para Japón
(comienzos del siglo XX). Fue por esto que por sus deseos de expansión
imperialista, Japón decidió invadir Corea en el año 1910. Corea permaneció
ocupada hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando Japón fue derrotado
por los aliados. Fue entonces que los aliados ocuparon Corea, mediante un
tratado, la URSS y los EEUU se la dividieron.
En la península de Corea, el paralelo 38 norte,
marcaba la división entre el área de ocupación soviética, en el norte, y
americana, en el sur. Esta delimitación artificial se alcanzó gracias a los
acuerdos entre los aliados durante el trascurso de la guerra. Este límite era
considerado provisional tanto para el gobierno del líder comunista Kim Il Sung,
que contaba con el apoyo soviético, como para Sygman Rhee, hombre elegido en
mayo de 1948 para presidir el gobierno de Corea del Sur y estrechamente vinculado
con los Estados Unidos. Ambos gobiernos proclamaban como su principal objetivo
la reunificación de Corea. Entre 1948 y 1949, los Estados Unidos y la URSS
retiraron sus tropas de ocupación de la península. Ninguno de los dos parecía
muy interesado en la política interna del país y no les molestaba que esta
división artificial se extendiera por tiempo indefinido.
Mientras que el Sur era principalmente agrario y
rural, el Norte estaba bastante industrializado y urbanizado. Esta
modernización en el norte, generó el surgimiento de una clase proletaria, que
se vio fuertemente atraída por las ideas del comunismo.
Corea del Norte y su líder Kim Il Sung, buscaban la
unificación de Corea, y pensaban que la única forma de lograrlo era mediante la
ocupación militar a su vecino del sur. Por supuesto, Kim Il Sung quería
unificar a Corea bajo un régimen comunista bajo su mando.
Por el otro lado, Corea del Sur, estaba bajo el
mando del anteriormente mencionado Sygman Rhee. Este, si bien contaba con el
apoyo de los Estados Unidos, no puede ser calificado como un líder muy
democrático, ya que hay evidencia histórica que indica que hizo fraude para
ganar unas elecciones que de lo contrario hubiese perdido. Sygman Rhee también
tenía el objetivo de la unificación coreana, pero bajo su propio gobierno.
En este mapa se puede apreciar cómo se hallaba dividida Corea por el paralelo 38
norte, antes del comienzo de la guerra, en 1950.
Desarrollo de la Guerra
El 25 de junio de 1950, se conoció la noticia de
que había habido nuevos enfrentamientos entre grupos norcoreanos y surcoreanos
en la frontera. Al comienzo, incluso el general norteamericano MacArthur llegó
a pensar que esto era simplemente un
conflicto fronterizo más entre otros tantos. A medida que pasó el tiempo, saltó
a la vista que esto no era así. La tensión creció, y también lo hizo la
posibilidad de que la guerra fría se convirtiese en un enfrentamiento directo
entre las dos grandes potencias mundiales.
Según fuentes recientemente descubiertas, de
procedencia china, se le pueden atribuir la mayor cantidad de responsabilidades
por la guerra a Corea. Ya que Kim Il Sung estaba convencido de que si invadía
el sur, recibiría apoyo de la gente. Por
otro lado, también estaba convencido de que los Estados Unidos no
intervendrían. Esta confianza estaba sustentada en las declaraciones del
secretario de estado norteamericano Dean Acheson, que había afirmado que Corea
se hallaba fuera del perímetro defensivo de los Estados Unidos.
Con una astucia digna de ser destacada, Kim Il Sung
sostuvo reuniones con Stalin y Mao, logrando convencer a uno de que estaba
recibiendo el apoyo del otro, y así logro obtener el de ambos. No obstante,
Stalin se encargó de dejar en claro que de haber problemas, no brindaría su
apoyo, y que no apoyaría con tropas sino con armamento.
En este mapa se puede apreciar como poco tiempo de
comenzada la guerra (este mapa ilustra la situación en Agosto de 1950), Corea
del Norte había invadido el sur de la península casi por completo.
El 25 de Junio de 1950, los ejércitos de Corea del
Norte invadieron el Sur, y en cuestión de semanas habían invadido la península
casi en su totalidad. En gran medida, Corea del Norte pudo ocupar el sur de la
península con gran rapidez gracias al apoyo de los comunistas que habitaban en
Corea del Sur. También debido a que el
ejército de Corea del Norte estaba muy bien armado y entrenado, mientras que el
del Sur era totalmente inexperto y no contaba con armamento apropiado.
La respuesta norteamericana ante la invasión
norcoreana fue casi inmediata. El presidente Truman convocó ese mismo día al
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se votó a Corea del Norte como
país agresor. Dos días después, la ONU alentó a los países miembros a que
enviasen tropas para defender a Corea del Sur. Fue así que la Guerra de Corea
se convirtió en un conflicto entre un país agresor y el resto de la comunidad
internacional. Aún en día resulta inexplicable el hecho de que el delegado
soviético en el Consejo no se hallara presente para ejercer el poder de veto y
así poder evitar estas dos resoluciones. Para explicar esto, hay dos hipótesis:
la primera es que el delegado soviético no asistió en coherencia con La
decisión de la URSS de no asistir más uno; la segunda, en cambio, afirma que
esto sucedió ya que Stalin pensó que la intervención de la ONU acotaría el
margen de acción de la ONU.
En Septiembre de 1950, las tropas americanas,
reforzadas por contingentes de otros países miembros de la ONU y lideradas por
el general MacArthur desembarcaron en las cercanías de Seúl. Esto obligó a las
tropas norcoreanas a retroceder y restablecer sus líneas en el paralelo 38
norte. Con esta acción, podría considerarse que la misión norteamericana en
Corea estaba cumplida, pero el general MacArthur consideraba que la
contraofensiva podía continuar y el 26 de Septiembre recibió la autorización de
Washington para continuar con el avance con la condición de que esto no
constituyera un factor que provocara la entrada de China a la guerra. El 30 de
Septiembre, el ministro de relaciones exteriores chino advirtió que en caso de
que las tropas de la ONU atravesaran el paralelo 38 norte, China reaccionaría.
A pesar de esta advertencia, MacArthur decidió continuar con la ofensiva. El 1
de octubre de 1950, tropas surcoreanas seguidas por el grueso de las fuerzas
americanas cruzaron la frontera. Esta acción constituyó una violación a las
resoluciones del Consejo de Seguridad; esto se trató de subsanar luego mediante
una resolución que en términos muy ambiguos parecía aprobar la invasión a Corea
del Norte luego de que el hecho estaba consumado.
A finales de noviembre de ese año, las tropas del
general MacArthur ya habían llegado a la frontera con China. Sin embargo esta
vez MacArthur se había equivocado con su suposición de que China no tomaría
parte, ya que desde que las tropas americanas habían cruzado el paralelo 38, Stalin
había estado presionando a Mao para que tomase partido. El 26 de noviembre,
China envió tropas de voluntarios a la frontera con Corea del Norte y lanzó una
contraofensiva que obligó a las tropas americanas y surcoreanas a replegarse
hasta el paralelo 38.
En este momento de la guerra, MacArthur había
llegado a un punto de crispación tal que llegó a amenazar con la utilización de
bombas atómicas contra China. Fue en este marco que apareció la mano de
Inglaterra en este conflicto.
Inglaterra mantenía relaciones diplomáticas y
comerciales muy fluidas con China, es por esto que el gobierno inglés buscó
suavizar la situación. Para esto, entre el 4 y el 8 de diciembre, el primer
ministro Attlee se reunió en Washington con el presidente Truman y le pidió que
el control de la guerra volviese a estar en manos de la Asamblea General de la
ONU. En buena medida presionado por gran parte del congreso y la opinión
pública, Truman se vio obligado a realizar declaraciones conciliadoras con el
objetivo de posibilitar las negociaciones diplomáticas y finalizar el
conflicto.
Para comienzos de 1951, la guerra se hallaba igual
que cuando había comenzado y los Estados Unidos comenzaban a preguntarse si
valía la pena continuarla. Sin embargo, esta opinión no era compartida por el
general MacArthur, que incluso osó amenazar a China con extender el conflicto
armado a su territorio y sostenía que no había otra opción que la victoria.
Esto era más de lo que Truman podía soportar, por lo que el 11 de Abril de 1951
MacArthur debió retornar a los Estados Unidos, si bien fue recibido como un
héroe.
Esta decisión del presidente de los Estados Unidos
allanó el camino para que comenzaran las negociaciones y Stalin supo darse
cuenta de esto. Es por eso que el 23 de junio de 1951, el delegado soviético en
las Naciones Unidas propuso un alto al fuego que fue aceptado por los Estados
Unidos y el 10 de junio Corea del Norte y Corea del Sur comenzaron sus
negociaciones de paz.
Luego de que el conflicto volviese a su estado
inicial y de que el conflicto se volviese a dar en el paralelo 38, se dio un
estancamiento militar ya que ninguno de los dos ejércitos avanzaba o
retrocedía. Se cavaron trincheras, hecho similar al ocurrido en la primera
guerra mundial. Este estado de estancamiento duró por dos años hasta la firma
del armisticio.
Las negociaciones de paz duraron casi dos años,
entre 1951 y 1953. El factor más importante que trabó el desarrollo de las
negociaciones fue la problemática en torno a que protocolo seguir con los
prisioneros de guerra. Esto se debió a que el grupo conformado por las tropas
surcoreanas, americanas y de la ONU, no podían aceptar repatriar a los
prisioneros norcoreanos, ya que muchos se negaban a volver a su país.
Para resolver este problema, se creó un comité
internacional y neutral para revisar cada caso de repatriación en particular. El
acuerdo tardó pero finalmente llegó en julio de 1953. Se acordó mantener una
zona desmilitarizada a lo largo del paralelo 38 norte.
En este mapa se puede apreciar la zona desmilitarizada de
en la frontera entre las dos Coreas. Es una
franja de seguridad que protege el límite territorial de tregua entre las
repúblicas coreanas, establecido en 1953.
Mide 4 km de ancho y 238 km de longitud.
Consecuencias para Corea y el mundo
Para el momento en el que luego de largas y arduas
negociaciones, finalmente se pudo firmar el armisticio, Corea del Norte había
quedado prácticamente devastada debido a tres años de bombardeo continuo y
sistemático que casi no había dejado edificios en pie. Quien más hizo para la
reconstrucción física y económica de Corea del Norte fue China, ya que la Unión
Soviética colaboró en muy poco.
Uno de los puntos que se especificaron en el
tratado de paz fue que la franja desmilitarizada sería monitoreada por un
comité internacional, y controlada militarmente por las fuerzas armadas suecas,
suizas, que se encuentran cerca de esta zona de exclusión para que permanezca
como tal.
La guerra de Corea dejó como saldo la muerte de
33.600 soldados americanos, 52.000 surcoreanos, entre civiles y militares, y
casi un millón de chinos y norcoreanos. El peligro de un nuevo conflicto
mundial estuvo muy latente por momentos, pero si se quiere, si bien hubo
intervención de las grandes potencias, se pudo probar que un conflicto bélico
se podía circunscribir a una zona en particular. También quedaba en claro que
la bomba atómica difícilmente podría ser usada en una guerra de tipo
convencional.
Conclusión
Si bien la guerra de Corea sentó un precedente para
cosas como la no utilización de las bombas atómicas, también sirvió para
deteriorar aún más las relaciones entre la Unión Soviética y los Estados
Unidos. La guerra fría que hasta ese entonces había afectado solamente al
continente europeo, ahora se había extendido a todo el planeta.
El fin de la Guerra de Corea no trajo mejoría en
las relaciones entre los dos bloques (comunista al norte y capitalista al sur),
e incluso el armisticio se había
retrasado debido en gran parte a que ninguno de ellos estaba dispuesto a ceder,
no sólo por razones propias de la rivalidad entre los bloques occidental y
oriental, sino también en virtud de las presiones y problemas que cada
superpotencia tenía en su ámbito interno. En la Unión Soviética había un gran
descontento social debido a que los últimos años, tras la muerte de Stalin
habían sido especialmente duros para el pueblo, sometido a mayores sacrificios
a fin de acelerar el desarrollo económico y la militarización, mientras se
recrudecía el régimen de terror contra toda persona que se opusiera al
estalinismo o apoyase la ideología de Occidente.
No se puede decir que el fin de la guerra haya sido
el fin de las hostilidades entre ambos países. Por ejemplo, cuando Vietnam cayó
bajo un gobierno comunista, Kim Il Sung vio la posibilidad de anexar Corea del
Sur, y para esto visitó China para solicitar apoyo económico y militar. Este
apoyo finalmente no le fue concedido.
Más recientemente, más precisamente en el año 2010,
un submarino norcoreano hundió a un buque surcoreano, incidente que provocó la
muerte de 46 marinos. También en el año 2010, Corea del Norte lanzó misiles a
la isla Yeongpyeong, perteneciente a Corea del Sur, provocando la muerte de dos
soldados y dos civiles.
Bibliografía
Historia General del siglo XX, Giuliano Procacci.
Libro de Texto, p. 211 a 213.
Historia del siglo XX, Eric Hobsbawm.